¿Qué es el Shiatsu Contact?
Shiatsu Contact es una terapia corporal.
Shiatsu Contact es una técnica de trabajo corporal que
pone el núcleo de la terapia en la relación, el contacto tanto físico como emocional, permitiendo que la sesión se desarrolle por sí sola desde el movimiento que genera este contacto, y con una mirada hacia el otro anclada en el integrar más que en el “desmontar”, yendo a favor de aquello que el otro es aquí y ahora.
Sus pilares son el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, el Body Mind Centering y la Gestalt. El “apellido” Contact tiene que ver con nuestra creencia profunda de que no es la técnica lo que resuelve, lo que cura, sino la relación. El estar en contacto real, no sólo con el paciente, sino conmigo mismo. Y con el contexto que nos incluye a ambos.
Es también esencial tener en cuenta precisamente eso, el contexto, que es el marco en el que tú y yo estamos incluidos, y que determina cómo va a ser nuestra relación. Contexto es espacio, la hora del día, la estación en la que estamos…Contexto es nuestra edad, nuestro género, nuestro bagaje cultural, nuestra historia.
Por eso el aprendizaje de Shiatsu Contact conlleva aprender también a abrir la mirada mucho más allá de las paredes, conlleva aprender a ser capaz de descubrir y respetar el contexto del otro, para distinguir las cosas que son “suyas” y las que “vienen con el contexto”.
Para facilitar el aprendizaje de todo esto nos apoyamos también en otro pilar: el análisis del carácter desde el enfoque bioenergético, desde la mirada del Eneagrama.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIA EL SHIATSU CONTACT DE OTROS TIPOS DE SHIATSU? UN POCO DE HISTORIA…
El Shiatsu es un arte terapéutico de origen japonés, de origen remoto, basado en el trabajo corporal y en aspectos teóricos de la medicina oriental. Su origen como tal, con el nombre de “shiatsu” (“presión con los dedos”), se remonta a finales del s.XIX; se popularizó en el Japón en 20 del s.xx, y llegó a occidente a partir de los años 50. Es el llamado Shiatsu Namikoshi (recibe el nombre de su creador). Pero a quien debemos el conocimiento del Shiatsu en Occidente es a Shizuto Masunaga, creador del Shiatsu Zen, el más extendido en todo el mundo.
Todas (o al menos la mayoría) de las escuelas o formas de Shiatsu tienen en común el trabajar a nivel del suelo, sobre un futón o similar, aplicando sobre el receptor diferentes técnicas de manipulación corporal y presión sobre una red de meridianos. A partir de ahí, se abren diferentes vías, que tienen que ver con aspectos técnicos, pero sobretodo con el enfoque que se le da a ese trabajo corporal.
El Shiatsu Contact surge a partir de una manera anterior de trabajar con Shiatsu: El Movement Shiatsu, o Shiatsu Movimiento: Creado por Bill Palmer, terapeuta corporal experto en varias técnicas, quién hacia 1985 empezó a sintetizar todas sus influencias en una forma de terapia que se enfocó en la unión de la mente y el cuerpo a través del sistema de meridianos. Esto, a la larga, se convirtió en “Movement Shiatsu” y más tarde en Developmental Process Therapy (Proceso Terapéutico del Desarrollo). Esta forma de terapia se centran en ayudar a las personas a darse cuenta de las opciones que tienen en su vida y enseñarles a ser activas dentro de estas opciones.
Desde 2012 Cristina Hernando, discípula de David Ventura (introductor del Shiatsu Movimiento en España) y del propio Bill Palmer, explora una vía de evolución del Shiatsu Movimiento, el Shiatsu Contact, dentro de su concepto de relación terapéutica que denomina “contacto vivo”. Contacto vivo es, más que una herramienta, un enfoque terapéutico que tiene como pilar central la idea de que ser terapeuta es ser persona (parafraseando a Guillermo Borja, gran terapeuta gestáltico) de forma que cualquier proceso de terapia es sobre todo una relación entre personas.
Por lo tanto es realmente importante a la hora de elegir dedicarse al acompañamiento terapéutico, tener un conocimiento tan profundo como sea posible de quién soy, quién no soy, y aprender a trabajar con lo que hay, teniéndome en cuenta tanto a mí como persona y terapeuta como la situación y necesidad del otro.
FILOSOFÍA DEL
SHIATSU CONTACT
Además del principio de Contacto Vivo, otra característica propia del Shiatsu Contact es la voluntad de ir siempre a favor de aquello que el cuerpo del otro propone, y no en contra.
Tenemos la convicción de que todo aquello que el cuerpo hace de entrada es la solución a un conflicto previo. El problema es que el cuerpo siempre actúa para resolver su momento presente, sin tener en cuenta las consecuencias futuras. Si necesito hacer un esfuerzo por encima de mi capacidad habitual con un músculo concreto, mi cuerpo lo tensará por encima de su límite habitual respondiendo a mi necesidad, sin tener en cuenta que esto generará una contractura que después costará mucho deshacer. Pero la contractura parte de un proceso corporal que se tiene que completar (encoger en tensión una parte del cuerpo) antes de poder deshacerla. Ir a favor del cuerpo, en este caso, sería ayudar al músculo a acabar de contraerse, ayudarlo a encontrar la manera de relajarse por sí solo (yendo a favor de la contractura es relativamente sencillo) y después acompañarlo hacia la elongación propia de la relajación.
Todo el párrafo anterior es sólo un ejemplo, casi una metáfora, de lo que queremos decir cuando decimos que el Shiatsu Contact mira de ir a favor, de no pelearse con lo que hay, con lo que el otro (¡y yo!) es, y aprovechar las “propuestas” corporales de nuestro paciente como oportunidades de integración, sin pelearnos con ellas, sin señalarlas como enemigos: es el principio del “de entrada, todo suma”.
De todo lo expuesto se desprende que la mirada del terapeuta de Shiatsu Contact tiene más fácil no caer en el juicio, la culpa, la exigencia hacia el otro, hacia nuestro paciente. De una mirada abierta, cercana, que dice que sí, que “está bien”, que encontraremos la manera haciéndolo fácil, que si aparece la catarsis, la trabajaremos, pero que quizás no hay que llegar a la rotura física o emocional para lograr una plenitud personal profunda, real y sostenible.
Siguiendo este principio, para nuestras formaciones, hemos creado diferentes dinámicas tanto de trabajo grupal cómo de trabajo corporal, técnicas de Shiatsu, diseñadas justamente para poder trabajar a favor del cuerpo aspectos como el miedo, la ira, el bloqueo emocional, la ansiedad, y en general la integración corporal y psico-emocional de todo aquello que soy como persona.
Y por último, generar intimidad, confianza y un componente lúdico en el proceso terapéutico es tan importante como los conocimiento técnicos y teóricos.